Durante los últimos meses las rutinas diarias han cambiado completamente, el distanciamiento social ha provocado que casi no haya interacción a nivel personal y la mayoría de las personas se encuentran trabajando desde casa. Esto genera que la denominada Inteligencia emocional tome una mayor relevancia.
Hoy las videoconferencias han reemplazado a las reuniones. Los temas laborales se discuten por teléfono o correo electrónico, cuando lo que se acostumbraba era trasladarse a una oficina y hablar.
Las personas dedicadas a las ventas y consultoría, que estaban acostumbradas a las presentaciones en persona, han visto como se dificulta “leer” a las personas con las que interactúan a través del monitor.
Es aquí donde la inteligencia emocional toma una labor vital que permite a los líderes navegar con éxito en estos tiempos sin precedentes tanto a nivel profesional como personal.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional no es una habilidad innata por lo que los lideres pueden mejorar día a día. Mientras más se use la inteligencia emocional y se esté consciente de ella mejor será el resultado.
Con cada llamada, correo electrónico, texto o videoconferencia se pueden desarrollar habilidades para escuchar activamente, manejar emociones, volverse más resistente a pesar de las malas noticias, contratiempos o cambios significativos.
Para potenciar la inteligencia emocional en los líderes, se deben desarrollar otras habilidades cómo la automotivación, la autoconciencia, el autocontrol, la empatía y las habilidades sociales.
Autoconciencia
La auto-conciencia es clave para ser un líder con inteligencia emocional. Los líderes que tienen una comprensión de sus fortalezas y debilidades son más sinceros con sus equipos.
Una forma de detectar a un líder consciente es buscar un sentido del humor autocrítico. Las personas que pueden admitir sus fallas o deficiencias con una sonrisa son más accesibles.
Estar cómodo como para poder reírse de sí mismo genera confianza dentro de un equipo. La risa es un gran conector que todos necesitamos cuando los tiempos se ponen difíciles.
Empatía
Una habilidad crucial de la inteligencia emocional es la empatía. Ponerse en el lugar de la otra persona para entender sus circunstancias, experiencias, desafíos, pensamientos y emociones.
Los líderes con alta inteligencia emocional deben fomentar un diálogo abierto sobre los desafíos que enfrenta su equipo.
Deben tener visión de equipo como humanos.
¿Quieres ser un buen líder en tiempos de crisis?
Escucha con interés a tu equipo.
Concentrarse completamente en lo que te dicen para poder entenderlo a profundidad y para poder responder apropiadamente es vital para transmitir confianza.
Hacer esto tendrá un gran rédito a nivel de productividad y a nivel psicológico
Autocontrol
El autocontrol permite ser conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña más de lo que nos beneficia.
El líder debe saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas dentro del equipo.
Así mismo, los líderes deben reflexionar y dominar sus sentimientos o emociones para no dejarnos llevar por ellos ciegamente en las reuniones con el equipo de trabajo.
Automotivación
En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e iniciativa. Los líderes deben ser proactivos, actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
En las reuniones mediante video conferencia deben motivarse a ellos mismos y a los trabajadores con pensamientos positivos basados en los hechos que se están viviendo.
Habilidades sociales
Consiste en saber tratar y comunicarnos con aquellas personas cercanas pero también con aquellas que no nos transmiten buenas vibraciones. Una de las claves de la Inteligencia Emocional es establecer una buena relación con los demás considerando que es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e, inclusive, buen desempeño laboral.
El liderazgo emocional es una herramienta útil. Podrás ayudar a la gente a superar los desafíos que presenta esta crisis, también a adaptarse a los nuevos cambios y a incrementar la productividad mientras consigues los objetivos comerciales de tu empresa.